Martina, mi hija de seis años, no celebra el carnaval en el colegio. Cuando yo era pequeña, me encantaba ese día porque me podía vestir y pintarrajear como quisiese y no pasaba nada. Ahora, ella se identifica con Halloween y, por eso, para esas fechas hicimos algo sencillo que se pudiese poner y quitar cuando quisiese.